Yoga: Motivación interna vs. objetivos externos

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Para muchas personas, la práctica del yoga tiene tanto que ver con los objetivos mentales y emocionales como con los físicos.

El yoga anima al practicante a permanecer presente, prestar atención a su espíritu y reencontrarse con él/ella mismo. El yoga proporciona un entrenamiento para la mente, pero también para el cuerpo. En resumen, para muchas personas, el propósito de hacer yoga es hacer yoga.

Tendemos a ver la forma tradicional de trabajar como un medio para algún fin específico. Normalmente la mayoría de la gente trabaja para ver mejor su físico o su rendimiento. Nos ponemos metas en función de los cambios en la composición corporal. Por ejemplo, con frecuencia, el fitness es visto como una forma de mejorar la calidad de otro aspecto de la vida, como levantar peso, jugar con niños, subir escaleras, sentirnos bien con nosotros mismos… Muy rara vez alguien mejora su condición física para ser mejor en la experiencia del fitness.

Poner el enfoque de la aptitud en objetivos externos, en contraposición a la experiencia interna del ejercicio, hace que el ejercicio parezca más una tarea, es decir, un paso que debe lograrse para conseguir lo que realmente queremos, en contraposición a una experiencia o una recompensa personal. No hay nada malo en tener objetivos externos o estéticos, pero la mayoría de los clientes que son capaces de encontrar el verdadero éxito a largo plazo también tienden a enamorarse del proceso en sí.

El factor «About to Die»

Hay personas que se quejan después de un entrenamiento grande y productivo en el que no sienten que van a vomitar, ¡cómo si eso fuera algo malo! El marketing, los medios de comunicación y el folclore deportivo nos hacen creer que si un entrenamiento no nos hace sentir que estamos a punto de morir, entonces no estamos trabajando lo suficiente. Aparte del hecho de que esto no es absolutamente cierto, también hace que la idea de trabajar fuera extremadamente desalentadora y desmotivante.

No existe lo «correcto»

A lo de antes debemos añadir el hecho de que lo correcto es relativo. De hecho, el progreso en el yoga puede ser más porque no entendemos completamente cómo nos afecta y por esto no podemos seguir haciéndolo «correctamente». Todos el mundo quiere saber la forma exacta correcta de hacer las cosas, la combinación correcta de ejercicios exactos y el plan de alimentación correcto. Podemos asegurar que no existe tal cosa. Pero eso no impide que la mercadotecnia y los medios de comunicación nos inunden con afirmaciones «científicamente probadas» para adelgazar o ponerse en forma.

El futuro de la industria está en resultados anti-rápidos y gratificación anti-instantánea. Debemos acercarnos a la sala de pesas como un lugar para aprender las habilidades que podemos practicar y mejorar, mes tras mes, año tras año, para siempre. Hay tanta alegría en el estado físico, tantas maneras diferentes de progresar y tanto placer en el movimiento y la superación de los obstáculos que no nos hacemos una idea.

Así que, vamos a empezar a acercarnos a la aptitud como nos acercamos al yoga. Tomemos nuestro tiempo para aprender los fundamentos antes de pasar a las cosas difíciles. Apuntemos a estar constantemente mejorando y asumiendo nuevos retos, y empujando nuestros límites. Vamos a celebrar nuestras victorias en el gimnasio y vamos a hacerlo por la simple recompensa de usar nuestros cuerpos para algo desafiante y maravilloso.