Cuando se trata de elegir el deporte que debe practicar un adolescente tenemos que tener muchas cosas en cuenta, sus preferencias e intereses, sus cualidades y constitución corporal, si favorece su desarrollo global o es muy especializado, o si pone en riesgo su desarrollo muscular y óseo.
¿Qué deporte debemos elegir?
Entre los deportes que habitualmente no suponen un riesgo para su desarrollo tenemos el balonmano, baloncesto, atletismo, natación, ciclismo, danza, etc. Son ejercicios bastante completos que se pueden empezar como juego e ir progresivamente elevando su complejidad. Por otro lado encontramos otro tipo de deporte que de alguna manera pueden suponer un riesgo como la halterofilia, rugby y similares. Debemos tener especial precaución con los deportes asimétricos como el tenis, ya que puede desarrollar más una parte del cuerpo que otra.
¿Qué beneficios aporta el deporte en grupo en la adolescencia?
Si a la práctica de deporte le sumamos que sea en equipo los beneficios aumentan, les proporciona disciplina, tener que cumplir las normas y comprender su importancia ya que cuando no las cumplen además de salir perdiendo ellos, perjudican al resto del equipo. Aprenden a trabajar en grupo y confiar en los demás. Descubren la capacidad de liderazgo, no se trata de querer dominar a los demás, sino comprender lo que un líder debe hacer para guiar al resto y obtener los resultados en conjunto. Practicar un deporte también hace que el adolescente aprenda a saber perder, la tolerancia a la frustración debido a que no siempre va a ganar se va a aplicar en el resto de ámbitos en su vida.
¿Qué beneficios aporta a nivel mental?
La educación física escolar no es suficiente ya que son muy pocas horas semanales. Todos los adolescentes deberían practicar un deporte por razones ilimitadas, además de todo lo anterior ayudan a prevenir la obesidad y combate el sedentarismo.
El deporte en la adolescencia también juega un papel fundamental en la personalidad, aumenta su autoestima, le ayuda a sentirse bien, sano y fuerte lo que aumenta la confianza en sí mismo. Su estado de ánimo es más positivo lo que le hace afrontar los problemas cotidianos con otra actitud.
El ejercicio físico le ayuda a descansar mejor y tener mayor calidad de sueño, ya que descarga tensiones y favorece la relajación. A nivel psicológico se dan cuenta del valor del esfuerzo, aprender a luchar por sus objetivos tanto a corto como medio o largo plazo y hacerse futuros adultos más constantes.
La práctica de deporte favorece la sensación de bienestar debido a la liberación de endorfinas, las hormonas encargadas de generar sensación de bienestar y optimismo. Además un joven que practica deporte tendrá menos problemas de salud de adulto
Para concluir añadir que es importante practicar deporte no solo en la adolescencia sino desde la niñez. No solo es algo únicamente lúdico sino que estamos fortaleciendo su físico y mente. Por tanto no dudes en hacer que todo niño o adolescente de tu entorno practique deporte ya que es la mejor forma de mejorar su calidad de vida e implantar hábitos saludables que perdurarán de por vida.