Podemos terminar rápidamente con el concepto de que los carbohidratos son malos.
Porque simplemente todos los vegetales y frutas son carbohidratos.
Por lo tanto, no debería sorprender que cualquier dieta que intente eliminar completamente los carbohidratos -o cualquier persona que sugiera que todos los carbohidratos son malos- debe repensárselo pausadamente y echar un vistazo a la realidad y a sus preferencias personales.
Pocas dietas populares sugieren que puedes comer más carbohidratos. Pero… ¿Por qué tienen tan mala reputación? Hay una brecha enorme entre los alimentos saludables (micronutrientes, vitaminas y minerales) y los alimentos que juegan un papel importante en la pérdida de peso. Los alimentos se digieren de manera diferente y casi cualquier alimento puede formar parte de una dieta para perder peso.
Es por eso, que hemos visto a científicos hacer dieta en base a «Twinkies» para demostrar cómo bajar de peso se puede convertir en una ecuación simplemente matemática. Esto no es una invitación a comenzar una dieta a base de snacks. Pero sí es el contexto adecuado para encontrar el balance entre comer alimentos que uno disfruta, en vez de seguir una dieta sosa. Que inevitablemente abandonaras por frustración y extrema rutina.
Así que debes terminar con las tonterías y dejar de pensar que todos los carbohidratos son malos. Al mismo tiempo, existen algunos carbohidratos que pueden hacer mas complicado el hecho de verte y sentirte como deseas. Sumando el factor falta de ejercicio.
La resistencia a los carbohidratos ¿Es real o solo imaginación?
La mayor amenaza para los carbohidratos son aquellos que afirman que sus cuerpos «odian a los carbohidratos». Estas personas que parecen ser alérgicas a los carbohidratos, realmente lo son. La sensibilidad al gluten, las alergias a los alimentos hacen que comida como los granos y el pan sean un enemigo.
Incluso si no sufres de ningún de los problemas mencionados anteriormente, puede suceder que cuando consumes carbohidratos te puedas sentir más hinchado. Especialmente cuando los carbohidratos provienen del azúcar, dulces o de la comida procesada.
Esto es lo que le sucede a la mayoría de los que hacen dietas:
Paso 1: Ellos determinan que los carbohidratos son malos.
Paso 2: Eliminan todos los carbohidratos de su dieta.
Paso 3: La pérdida de peso ocurre entre la primera o segunda semana. Su cuerpo está dejando caer el peso del agua.
Paso 4: El hambre y la frustración se acumulan. Por lo que el enfoque y los niveles de energía sufren. Eventualmente, se retorna a comer carbohidratos después de un tiempo (generalmente luego de dos semanas) ¿Qué sucede con esta situación? Te puedes sentir pesado, hinchado e incluso enfermo.
El proceso se repite en reiteradas oportunidades, por lo que vamos a terminar con el problema de los carbohidratos. Cuando vuelves a ingerir carbohidratos después de un periodo de no hacerlo, muchas cosas suceden en tu organismo. En el nivel más básico, se repone el depósito agotado de carbohidratos y se recupera el agua perdida. El resultado final es pensar que los carbohidratos «son malos». Lo que inevitablemente comienza una lucha por averiguar que puedes comer sin ser miserable.
¿Qué significa esto? El dilema de los carbohidratos está dañando tu capacidad de entender que es lo que se puede y no se puede comer.
Una verdad injusta: Las personas delgadas pueden comer más carbohidratos
Cuanto de carbohidrato puedes comer y tolerar, es en base a tu cuerpo. No es una respuesta sexy pero es la verdad.
No puedes asumir que las dietas altas en carbohidratos son malas, así como no puedes asumir que las dietas altas en proteínas o en grasas son malas. Existen diferentes tipos de dietas que funcionan para diferentes tipos de personas. Parte de esto se debe a como el cuerpo de cada uno responde y la otra parte se debe, a un aspecto menos fisiológico y más psicológico. La naturaleza fisiológica es a menudo controlada por la insulina, que en el nivel más básico, es una hormona de almacenamiento. En general, cuanto menor es la grasa corporal que se posee, mejor es la sensibilidad a la insulina. Lo que significa que puedes comer más carbohidratos (tu cuerpo no reacciona tan agresivamente a grandes cantidades de carbohidratos, a menudo se ve como el aumento de azúcar en la sangre.) Si bien la insulina es importante para la pérdida de peso y la salud en general, no es una situación de blanco y negro.
No puedes asumir que las dietas altas en carbohidratos son malas, así como no puedes asumir que las dietas altas en proteínas o en grasas son malas. Existen diferentes tipos de dietas que funcionan para diferentes tipos de personas.
Si eres más resistente a la insulina, no significa que no puedes perder peso, pero tiene un gran impacto en el tipo de dieta que debes seguir. Si eres más sensible a la insulina (normalmente la grasa corporal más baja), tu cuerpo responderá mejor a una dieta alta en carbohidratos. Si eres menos sensible (más resistente), a menudo puede sentir que más carbohidratos irán directamente a tu intestino o a tus glúteos. Y la mayoría de las veces, no sólo está en tu cabeza.
Un enfoque más equilibrado (y exitoso) es seleccionar una dieta y luego medir la pérdida de grasa cada dos a cuatro semanas (pero no con más frecuencia).
Recuerda: La pérdida de grasa no es magia. Si piensas que tu sensibilidad a la insulina es buena, entonces tu dieta puede estar constituida por un 50% de hidratos de carbono. Si no estás seguro si eres resistente o no – y sabes que tienes mucho peso que perder- comienza con un 20% a 30%.
No te olvides de la personalidad
La dieta Paleo funciona para mucha gente, pero no se trata de magia. Por el contrario, la eliminación de carbohidratos a menudo significa que estás comiendo menos calorías por día y se centra en una dieta que consta de proteínas animales, verduras y frutas. Eso es definitivamente una receta para el éxito, pero no lo que se requiere para bajar de quilos. Por no mencionar, si comes cantidades ilimitadas de cualquier cosa (incluso si es natural), aumentarás de peso.
El problema más grande del enfoque de «no hidratos de carbono» es si no consideras los alimentos que amas. Eliminar ciertos alimentos es una manera de estructurar un plan de alimentación. Pero si la eliminación completa representa un acto agresivo contra las preferencias personales, te estás preparando para el fracaso.
Las investigaciones incluso han demostrado que ingerir algún postre, puede ayudar con la pérdida de peso. Es decir que, poner a un amante de la pasta a una dieta Paleo y es prepararlo para el sufrimiento.
Así que tenemos que parar con las tácticas de miedo, que podrían crear dietas desequilibradas y hacer más daño que bien.
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