Plogging: el nuevo deporte que combina fitness y medio ambiente

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Hace ya tiempo que el planeta nos da múltiples señales de necesitar acciones inmediatas. Las estaciones han cambiado y el clima ya no es el que era. Ante este panorama, a menudo nos preguntamos qué podemos hacer para ser más ecológicos y contribuir positivamente al medio ambiente. ¿Qué te parece si te dijéramos que puedes combinar una actividad tan saludable como es salir a correr con el reciclaje? Eso es, precisamente, de lo que trata el plogging, un nuevo deporte que cada vez gana más adeptos. ¡Te explicamos en qué consiste!

Material de recuperación post plogging

¿Qué es el plogging?

El plogging es una modalidad deportiva surgida en Suecia que consigue añadir una nueva dimensión al hecho de practicar ejercicio de forma regular. Su concepto mezcla la concienciación medioambiental y la búsqueda de un estilo de vida activo, ya que combina el jogging con la búsqueda activa de basura para recogerla.

Así que, para practicar plogging, además de vestirte con tu ropa de deporte habitual y calzarte unas buenas zapatillas de running, necesitarás llevar contigo unas cuantas bolsas. Y es que esta modalidad demanda que te impliques en cada una de tus salidas para ir a correr haciendo del mundo un lugar más limpio. De esta manera, no solo practicarás jogging, sino también irás recogiendo todos los desperdicios que encuentres en la ruta que establezcas.

Debido a que, por desgracia, existe una gran cantidad de basura en las calles, parques, playas o en cualquier otro entorno público, el plogging puede practicarse en prácticamente cualquier lugar. Este hecho anima a muchas personas a salirse de sus rutas habituales, movidas por el reto de recoger el máximo número de basura posible mientras completan sus trayectos de jogging.

¿Cómo surgió el plogging?

La palabra plogging procede de los términos “jogging” (practicar deporte corriendo) y “plocka upp” (que en sueco significa “recoger”). Esta disciplina se originó en el año 2016 en Estocolmo, de la mano de Erik Ahlström. Ahlström se había mudado a la capital sueca recientemente y decidió que su rutina de ejercicio podía incorporar un factor ecológico y de servicio al medio ambiente.

Fue así como decidió que sus rutas de jogging incluirían recoger basura que fuera encontrando a su paso y que, por una razón u otra, permanecía sin recoger en los diversos lugares públicos. Lo que empezó como un gesto individual se fue propagando, hasta el punto de extenderse de forma mundial. Rápidamente, las redes sociales contribuyeron a la viralización del plogging, hecho que facilitó que muchas personas lo añadieran a sus rutinas de deporte.

Sin ir más lejos, en Ibiza se celebró el llamado “Plogging Tour”, donde más de 1.500 personas decidieron reunirse para dar mayor resonancia a esta práctica y animar a otras personas a llevarla a cabo. El fenómeno va mucho más allá: ni más ni menos que más de 100 países de todo el mundo ya se han unido a esta iniciativa, cifra que va en aumento cada día y que acumula más y más adeptos en su página oficial y redes sociales.

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Deporte y medio ambiente

Actividad física y medio ambiente son dos conceptos que, muy a menudo, van de la mano. Y es que, a pesar de que muchas disciplinas deportivas implican visitar un gimnasio o un centro habilitado, lo cierto es que hay muchas otras modalidades que permiten cuidar de tu salud al tiempo que disfrutas del aire libre.

El plogging va un paso más allá en esta comunión tan habitual de la actividad física en el medio natural, haciendo que las personas se impliquen realmente formando parte de un movimiento ecológico. Gracias a gestos como este, la concienciación es posible, y además se hace efectiva una forma de mejorar ostensiblemente nuestro entorno habitual.

Si bien el plogging nació como una disciplina que unía el jogging con la recogida de basuras, debido a la gran cantidad de desperdicios que podemos encontrar en muchos lugares, su práctica es combinable con alternativas a correr. Cada vez son más las personas que incorporan este gesto mientras van en bicicleta, así como aquellas que practican deportes acuáticos. Las superficies acuáticas son ecosistemas muy perjudicados debido al volcado de basuras, de forma que es muy fácil integrar en ellas el plogging.

Beneficios del plogging

El plogging, además de hacer posible una realidad más ecológica, añade aspectos muy interesantes en cuanto a salud y vida activa. Y es que tener que correr y agacharse continuamente para recoger los desperdicios ayuda a incrementar la quema de calorías. Las sentadillas extra que se añaden a la carrera suponen un esfuerzo adicional que tu cuerpo notará positivamente.

Por otra parte, una de las ventajas del plogging es que constituye una actividad fácil de llevar a cabo por personas de cualquier edad y condición física. Cada cual puede regular el ritmo, intensidad y dificultad de la ruta según crea conveniente, de modo que resulta un deporte muy asequible, incluso si estás empezando a correr.

Las redes sociales están llenas de imágenes de personas recogiendo envases, plásticos, colillas, chicles y todo tipo de desperdicios mientras practican plogging. Una vía más para hacer visible la concienciación ecológica que el mundo necesita y viralizar los pequeños gestos que hacen posible mejorar el ambiente. Por todas estas razones, el plogging constituye la manera perfecta de practicar un deporte muy beneficioso para salud, al tiempo que inviertes parte de tu tiempo en mejorar tu entorno a través de una iniciativa sostenible.