Intolerancia a la lactosa: Síntomas y Alternativas

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¿Qué es la “intolerancia a la lactosa”?

La intolerancia a la lactosa es la incapacidad de algunos adultos para digerir la lactosa, el azúcar que se encuentra en la leche, debido a que no producen la suficiente cantidad de lactasa para poder digerir adecuadamente la lactosa.

Síntomas de la intolerancia a la lactosa

Cuando el organismo no consigue digerir enzimáticamente la lactosa, esta sustancia no puede ser absorbida directamente a través de la pared del intestino delgado hacia el torrente sanguíneo. El organismo envía la lactosa no digerida hacia el colon, donde es metabolizada por parte de las bacterias. En otras palabras, la lactosa se fermenta en el colon. La fermentación que se produce en el colon origina una enorme cantidad de gases que, de repente, se acumulan en esa parte del cuerpo. Los síntomas son inconfundibles: malestar abdominal, hinchazón, dolor, calambres, ruidos gastrointestinales, diarrea y vómitos.

La intolerancia a la lactosa no es sinónimo de alergia a la leche. Los síntomas de la alergia a la leche son similares pero pueden ser mucho más graves. Entre ellos se incluyen: irritación cutánea y urticaria, sibilancias, vómitos, diarrea, dolor estomacal, secreción nasal y ojos llorosos.

Si sufres estos síntomas al consumir leche debes consultar al médico y solicítarle que te realice una prueba para definirlo.

Alternativas a la leche

En los deportistas, retirar la leche de la dieta implica prescindir incluso del suero de leche o de la caseína. Teniendo en cuenta que estos son dos de los mejores tipos de proteínas que se conocen, esta restricción podría representar un problema para las personas que practican deportes de alta intensidad. No obstante, hay una excelente variedad de alimentos que pueden proporcionar a los deportistas las proteínas que necesitan.

Para empezar, Los suplementos de suero de leche hidrolizada no contienen prácticamente lactosa, por lo que proporcionan los mejores beneficios de la leche, evitando los posibles peligros que la ingesta de lactosa puede originar. Pero, ¿y si no queremos correr ningún riesgo y deseamos eliminar completamente el consumo de cualquier tipo de proteína de leche? No hay ningún problema con ello. Aún disponemos de fantásticos suplementos que constituyen excelentes fuentes proteicas. A continuación, os presentamos algunos de los más populares:

Suplementos de proteína de huevo: Con clasificaciones de calidad y biodisponibilidad casi tan buenas como las del suero de leche, además de un aminograma altamente anabólico, los suplementos de proteína de huevo -también conocida como albúmina de huevo- son un excelente componente sin lactosa que forma parte del plan dietético de cualquier auténtico culturista.

Proteína de huevo:

Suplementos de proteína de carne de vacuno: Extremadamente populares entre los seguidores de la dieta paleo y en la comunidad crossfit, los productos de proteína de carne de vacuno en polvo han pasado rápidamente de ser una novedad extravagante a constituir uno de los suplementos más populares en el mercado dirigido a deportistas de modalidades de alta intensidad. Con un aminograma extremadamente anabólico y particularmente elevado en creatina, los suplementos de proteína de carne de vacuno no contienen lactosa, por lo que representan el producto perfecto para aquellas personas que desean mantener o construir tejido muscular sin grasa.

HydroBeef:

 

Suplementos de proteína vegetal:  Si nos preocupa especialmente el bienestar animal y al mismo tiempo deseamos evitar el consumo de leche por motivos personales de salud, un suplemento de proteína vegetal es la opción ideal en este sentido. Mediante la combinación de diferentes fuentes proteicas vegetales, estos suplementos presentan un aminograma completo, tal como el que podemos encontrar en otras fuentes de proteínas.

Proteína de soja:

Conclusión

Para cualquier persona que padece intolerancia a la lactosa y practica algún tipo de actividad deportiva exigente al mismo tiempo, la suplementación con proteínas es siempre un aspecto esencial en sus hábitos alimenticios. A pesar de que eliminar los alimentos y suplementos de proteínas de leche de nuestro plan dietético puede hacernos pensar que estaremos sometidos a una gran limitación, lo cierto es que hay otros muchos productos por los que podemos optar.

Tanto las proteínas de huevo, como las de carne de vacuno como las vegetales no contienen lactosa.Podemos optar por aquella fuente que nos resulte más agradable o, incluso, combinarlas para obtener mejores resultados. Un batido de proteína de huevo por la mañana y un batido de proteínas de carne de vacuno tras el entrenamiento, por ejemplo, proporcionarán entre 50 y 80 gramos de proteína a nuestra dieta y nos mantendrán completamente alejados de la lactosa.