Cada día tu cuerpo trabaja muy duro para mantenerse en equilibrio, este proceso se llama homeostasis. Cuando haces ejercicio, el corazón, los pulmones y otros sistemas del cuerpo se encuentran en un desafío para mantenerse estables durante y después del ejercicio. Después del entrenamiento el objetivo principal del cuerpo es volver a su estado natural.
Los pulmones en homeostasis después del ejercicio
Durante una actividad especialmente moderada y un ejercicio de alta intensidad, el ritmo de la respiración se acelera debido al aumento de las necesidades de oxígeno. Te puedes sentir con dificultades de respiración incluso cuando has finalizado el ejercicio. Esto es debido a que después de realizar ejercicio, tu cuerpo sigue necesitando altas cantidades de oxígeno para descomponer la acumulación de ácido láctico en los músculos y debe de restaurar éste déficit de oxígeno.
Aumento de la temperatura corporal
El ejercicio afecta a la homeostasis mediante el aumento de la temperatura de tu cuerpo. Los principales componentes de la energía son el agua, dióxido de carbono y el calor. Durante el entrenamiento, tu cuerpo produce más calor que en condiciones normales por lo tanto activa el proceso de sudoración para ayudar a eliminar el calor del interior del cuerpo.
Presión sanguínea
Tu presión arterial aumenta ligeramente. Con el fin de aumentar la eficiencia de la entrega de nutrientes y energía a los músculos activos, los vasos sanguíneos se contraen ligeramente. Tras un período de ejercicio, tu presión arterial regresa a condiciones pre-ejercicio. Al realizar la recuperación, el cuerpo debe disminuir gradualmente la presión hacia rangos normales.
Niveles de glucosa en sangre
Además de la homeostasis del corazón y los pulmones, los niveles de glucosa en sangre también se ven afectados inmediatamente después del ejercicio. Durante la actividad física, el cuerpo descompone la glucosa presente en la sangre o la almacena en el tejido muscular para convertirla en energía. Debido a que tu cuerpo necesita energía para mantener la homeostasis, comenzará entonces a descomponer los ácidos grasos o proteínas para obtener energía y crear reservas de glucosa para un consumo posterior de carbohidratos. Post-ejercicio, el objetivo de tu cuerpo es el de mantener un suministro de energía a través de una comida para romper la energía almacenada.
Ahora ya sabes que le pasa a tu cuerpo cuando haces ejercicio o un entrenamiento muy duro, estas sensaciones que todos padecemos son reacciones de nuestro sistema para continuar en perfectas condiciones y poder seguir dándolo todo.
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