Entrena con Cabeza

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Mucha gente deja de entrenar por que no están consiguiendo los objetivos que se habían marcado, esto mismo sucede con deportistas profesionales. El problema suele residir en estos propios objetivos, o están mal planteados, o están mal temporalizados o no son realistas.

Cuando empiezo a trabajar con alguien como preparador físico siempre le explico que hay que tener un sueño en lo alto de nuestra cabeza, muchos pequeños pedacitos de este sueño al nivel de los pies y un corazón fuerte que aguante todo el trabajo que le vamos a dar.

Os explico esta sencilla técnica para permitiros plantearos objetivos de forma correcta:

UN SUEÑO: Todos tenemos uno. Puede ser el bajar esos 5 kilos que me sobran, conseguir un cuerpo más musculado o acabar un ironman. Se trata de algo difícil pero realista. Es algo para lo que voy a tener que trabajar mucho y que sé que no voy a conseguir en poco tiempo, pero es algo que me hace moverme.

MIL PEQUEÑOS PEDACITOS DE SUEÑO: Como tengo que bajar este sueño al día a día, me tengo que plantear muchos pequeños objetivos que pueda cumplir cada día de entrenamiento. Estos pequeños mini-objetivos siempre van en la dirección de acercarme a mi sueño pero tienen que ser posibles de ser cumplidos en un solo entrenamiento.

UN CORAZÓN FUERTE: El corazón es el segundo músculo más importante después del que guardamos entre oreja y oreja. Hay que hacerlo latir con fuerza para que entrenamiento tras entrenamiento nos de la fuerza necesaria para ir cumpliendo esos pequeños objetivos que nos acercan a nuestro sueño. Apóyate en los compañeros de gimnasio, en tu entrenador personal y en tu fuerza interna para que tu corazón no deje de latir con fuerza.

Para acabar os dejo una de mis frases favoritas de un entrenador de la NBA:

“Todo lo que somos capaces de soñar somos capaces de conseguirlo. En realidad somos capaces de conseguirlo porque somos capaces de soñarlo”. – Pat Riley

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