Los comienzos siempre son difíciles y más cuando se trata de algo para mejorar tu cuerpo. Te pueden surgir muchísimas dudas acerca de si haces bien un ejercicio o si estas llevando una dieta correcta para poder conseguir aquello que te has propuesto. Pero posiblemente lo que más te preocupa es realmente cómo comenzar a cambiar tu vida y tu mente.
En este nuevo post, queremos facilitaros un poco el camino, detallando algunas estrategias que puedes utilizar para empezar a trabajar tus nuevas rutinas de ejercicios y así iniciar a reactivar tus días.
1 – Decide en qué quieres centrarte
Es importantísimo el propósito en el que te centres, cuanto más específico sea más fácil te resultará empezar a entrenar. Teniendo tu objetivo en la mente sólo te queda el éxito. En el caso en que estés confundido, deberás tomar una decisión, no debe ser la mejor simplemente toma una y a base de probar encontrarás la motivación perfecta.
2 – Pide ayuda
Al principio nadie sabe, eso lo tienes que tener claro. En algún momento todos hemos sido principiantes por lo tanto no tengas miedo ni vergüenza a preguntar sobre la realización correcta de un ejercicio, normalmente te ayudarán sin pestañear.
Pero tienes que saber que cada persona te señalará un camino diferente, la ejecución de los ejercicios no es única. Cada persona entrena de una forma, basándose en sus experiencias y en su propio cuerpo. Así que no te asustes ni te estreses si preguntas a más de uno y no coinciden sus respuestas.
3 – Obtén la idea principal, omite los detalles
El acondicionamiento físico es uno de los temas más tratados y más actuales. Parece que cada uno tiene una forma diferente de hacer las cosas y todos ellos están convencidos de que su forma es la correcta y única.
Te encontrarás situaciones en las que no sabes cuantas repeticiones debes hacer, unos te han dicho 6 otros 12. En un programa te dice descansar durante 90 segundos, pero otro te dice 30. Esto son algunos ejemplos claros que te puede pasar al principio, pero lo que debes de saber es que es justamente al principio donde los detalles no importan. Contarás con mucho tiempo para averiguar la técnica, los períodos de descanso de cada ejercicio, el peso, los horarios de entrenamiento, etc…
Empezar es lo único que te de debe importar, obtener una idea principal y ponerte en contacto con la información es lo que te hará llegar a ser conocedor a largo plazo.
4 – Ve lento
La mayoría de las veces cuando nos decidimos a comenzar una nueva rutina de ejercicios es porque estamos motivados para hacerlo. Es muy bueno tener la motivación, pero como hemos mencionado antes, puede ser un arma de doble filo.
¿Por qué? En primer lugar, porque la motivación fluctúa, esto significa que no se puede confiar en ella. Lo que tienes que conseguir son buenos hábitos con esa motivación.
Y en segundo lugar, la motivación puede engañar, haciendo morder más de lo que puede masticar. Cuando comiences, deberás comenzar lento, recordar el objetivo y conseguir el hábito, tan importante en el ejercicio. No iniciarás de una manera intensa!
En un principio, haz entrenamientos fáciles, esto te ayudará en las primeras 3 o 4 semanas, donde tu único objetivo será seguir con el calendario y construir la capacidad de completar el entrenamiento. El rendimiento no importa.
5 – No te saltes los entrenamientos.
Si estás siendo honesto contigo mismo tu entrenamiento debería ser así:
- Entrenamiento constante durante un mes o dos.
- Los cambios de horario, no pueden suponerte cambios. Construye un calendario o rutina para encajar tu entrenamiento.
- Viajar, cuando tengas vacaciones o tiempo libre, trata de dedicarle unas hora a tu entrenamiento.
- Y así sucesivamente…
El impacto individual de cada sesión de entrenamiento es muy pequeña, pero el impacto acumulativo es enorme.
6 – Escoge un ejercicio y empieza
- Sentadillas
- Fondos
- Press de banca
- Flexiones
- Dominadas
- Sprints
Recuerda sólo necesitas tener una idea general, comienza lento y no te pierdas los entrenamientos. Y ahora ….. ves a por ello!!!!