5 trucos para un vientre saludable

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Cócteles, paellas, aperitivos y cervecitas a pie de playa… Es inevitable que, después de una temporada de excesos, todo eso pase factura. El vientre plano que tanto costó ahora es un espejismo ondulado.

Controlar las grasas del cuerpo es mucho más que un imperativo estético. Según un estudio de la revista médica Lancet, la obesidad puede reducir hasta 19 años la esperanza de vida. Además, la grasa acumulada aumenta el riesgo de diabetes, enfermedades cardiovasculares, enfermedades metabólicas y asma, entre muchas otras.

Una cintura que mida más de 90 centímetros esta considerada en riesgo de obesidad abdominal. Lograr un vientre sano es fácil si sigues unos sencillos pasos.

1. Busca las proteínas bajas en grasa

Prueba de cambiar las proteínas grasas por proteínas bajas en grasa. Eso te ayudará a quemar más fácilmente las proteínas innecesarias. Por ejemplo, los yogures 0%, el pescado o el pollo pueden ser tus mejores aliados.

2. Limita la cantidad de azúcares añadidos

Las dietas con alto contenido en azúcares son una garantía de obesidad abdominal. Por lo que debes evitar los fritos y golosinas cuando te pique el apetito. Los médicos recomiendan no superar las 5 cucharillas de azúcares al día o, lo que es lo mismo, 100 calorías en grasas.

3. Concéntrate en los granos enteros

Los granos enteros son las semillas que conservan las tres partes que componen el grano (endospermo, salvado y germen). Por ejemplo, la avena, el maíz, el trigo o el centeno forman parte de este tipo de granos cuando no están procesados. Muchos de los panes de molde de los supermercados suelen procesar los granos haciendo que estos pierdan sus propiedades.

4. Disfruta de las grasas saludables

Por norma general, todas las grasas son censuradas sin ningún tipo de distinción. Lo cierto es que existen algunas grasas saludables como las grasas monoinsaturadas, poliinsaturadas y las no saturadas. Este tipo de grasas son bajas en sal y no retienen líquidos. La dieta mediterránea es un claro ejemplo de dieta con un alto contenido en grasas saludables.

5. Ejercicios de alta intensidad

Incorporar a tu rutina deportiva actividades de cardio -como running o bici- ayudan de manera notable a reducir grasa localizada.