10 tips para entrenar cuando tienes poco tiempo

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Todos tenemos una vida complicada. Y es que, compaginar el trabajo con la familia sin olvidarse de las tareas del hogar es, cada vez, más complicado. Además, como le pasa al resto de los mortales, seguro que tú también tienes alguna actividad adicional -como inglés o salidas con los amigos- que tratas de encajonar en tu rutina como puedes. Por eso, encontrar una hora libre para ir al gimnasio es una auténtica misión imposible.

Pero, ¿por qué la falta de tiempo tiene que ser un impedimento para cumplir tus objetivos fitness? Si en esos días especialmente estresantes, no consigues escaparte una hora al gimnasio no te preocupes demasiado. De hecho, es posible mantenerse en forma sin la necesidad de ir al gym. Los expertos de Mundo Fitness han elaborado un decálogo para ayudar a mantener la línea a aquellas personas con poco tiempo. Si ese es tu caso, ¡toma nota!

1. Entrena cardio y musculación a la vez

Si quieres matar dos pájaros de un tiro, es fácil encontrar maneras simples de combinar entrenamientos para rentabilizar al máximo tu tiempo. Si sueles salir a correr de dos a tres veces por semana, puedes incorporar pesas para los tobillos y muñecas y así trabajarás cardio y músculo a la vez. Además, el hecho de añadir pesos en tu carrera te forzará a subir las pulsaciones por minuto y, por lo tanto, a quemar más calorías.

2. Entrena en casa

Todos hemos experimentado alguna vez un increíble ataque de pereza cuando planificamos nuestra salida al gimnasio desde el sofá. Sabes de sobras que las propuestas como «voy después de que termine la serie» o «mañana me levanto antes para ir a entrenar» siempre terminan incumplidas. Por eso, eliminar el tiempo y esfuerzo del desplazamiento hasta el gym es la mejor manera para reducir esos ataques de pereza que te entran. Además de ganar tiempo, también te ahorrarás dinero en la mensualidad del gimnasio. Dominadas, flexiones, planchas, burpees… ¡Hay miles de ejercicios que puedes hacer en casa!

3. Aprende a hacer Tabata

Ponte en forma en cuatro minutos. Sin duda, un buen eslogán para promocionar esta modalidad fitness, ¿verdad? Si no has oído hablar antes de los entrenamientos Tabata, se trata de una variante que trabaja con ejercicios de fuerza explosiva en intervalos cortos de tiempo. Para ello, se debe utilizar, sobre todo, el peso corporal. Aunque también promueve otras actividades más aeróbicas como el running de alta intensidad o el remo hidráulico. Una manera rápida y eficaz para perder peso.

4. Utiliza la hora del almuerzo

Aunque llevas meses intentando ir al gimnasio por la mañana, siempre acabas sucumbiendo al poder de las sábanas. La otra alternativa, ir al gimnasio justo después de trabajar, no es, precisamente, muy cómoda, porque todos sabemos lo llenos que se ponen los gimnasios a las 7 de la tarde. Por eso, una buena opción puede ser utilizar la hora de comer para hacer un entrenamiento suave. Pasear durante 30 minutos puede convertirse en una manera muy práctica para adelgazar. Una persona que pese entre 55 y 65 kg, que camine durante media hora puede quemar más de 140 calorías al día. Eso, al cabo de la semana son 980 calorías. ¿Te compensa?

5. Prueba con Super Series

Las super series son una excelente idea para multiplicar el efecto de tus ejercicios y, por lo tanto, reducir el tiempo de entrenamiento. Cuando obligamos al cuerpo a ejercitarse de manera muy intensa, el corazón late más deprisa y, además de mejorar el tono físico, se queman más calorías. ¿El truco? En vez de descansar durante las series, trata de hacerlo todo seguido. Por ejemplo, después de hacer 12 repeticiones de espalda pasa directamente a hacer 12 de pecho. Luego descansa 45 segundos y vuelve al ataque.

6. Apaga la tele

Tú mismo sabes que pasas demasiado tiempo delante de la televisión o del ordenador. Tienes que reaccionar porque facebook y las series del prime time te están robado los mejores minutos de tu día. Si te resulta demasiado duro abandonar tus caprichos sedentarios, simplemente, puedes utilizar las redes sociales como una recompensa cada vez que cumplas tus objetivos diarios o tratar de ejercitarte durante la pausa publicitaria. Si aprovechas los 3 minutos de anuncios que tiene una película de la tele, al final, consigues un poderoso entrenamiento de 18 minutos de abdominales y sentadillas.

7. Ve caminando al trabajo

El truco está en aprovechar tu rutina diaria para incorporar pequeñas dosis de fitness. El viaje al trabajo, por ejemplo, se convierte en el mejor entrenamiento matinal. En vez de coger el coche o el metro, prueba de ir caminando o en bicicleta. Pronto descubrirás lo bien que te sienta y te arrepentirás de no haber optado por esta práctica mucho antes. Además, debes saber que es tremendamente fácil encontrar bicicletas plegables a un precio bajo.

8. Nunca más utilices ascensor

Las que tienes en el piso, al bajar para tomar el metro o al subir a la oficina… Si te paras a pensar seguro que te sorprende la cantidad de veces que te topas con las escaleras. Subir y bajar escaleras es un muy buen método para trabajar piernas y glúteos. Además, es un entrenamiento cardiovascular super efectivo. Para conseguir un resultado adecuado, lo aconsejable son 500 escalones al día o, lo que es lo mismo, 20 pisos diarios. Si este tipo de ejercicio te motiva, puedes multiplicar sus efectos incorporando variantes como subir de dos en dos o hacer una sentadilla en cada rellano.

9. Divide tu entrenamiento

Puedes dividir la hora de entrenamiento en dos. 30 minutos por la mañana y 30 por la tarde. Así, conseguirás maximizar los resultados. Los expertos aseguran que entrenar en intervalos cortos pero muy intensos tiene un efecto mayor que hacer entrenamientos largos y de baja intensidad. Además, es mejor entrenar al menos media hora al día que no omitir todo tu tiempo de gimnasio.

10. Levántate más temprano

Aunque cueste, recortar tiempo por la mañana para ir a entrenar puede salvar tu plan de adelgazamiento. Entrenar por la mañana te ayudará a estar más despierto en el trabajo y a activar tu metabolismo mucho antes. ¡Es casi mejor que el café! Quizás al principio te cueste un poco pero ya verás que, cuando te acostumbres, ni si quiera te darás cuenta de que has adelantado un poquito tu despertador.