Con el verano aquí, es normal querer verse y sentirse mejor, ya sea porque estas tratando de lucir tipo en la playa o porque realmente necesitas estar bien contigo mismo. Pero a veces es mucho más difícil de lo que parece, tenemos tan integrados algunos hábitos que realmente pensamos que son beneficiosos pero pueden ser todo lo contrario, es por esto que se te puede hacer más cuesta arriba la perdida de peso.
Podemos conocer las reglas básicas para evitar el exceso de grasa y carbohidratos, beber más agua y menos alcohol, pero no es tan sencillo como elegir entre las claras de huevo y el bacon.
Aquí van algunas causas por las que te puede estar pasando esto sin ni si quiera darte cuenta:
1. EL ESTRÉS
El estrés te puede condicionar a tomar malas decisiones y por consecuencia no perderás peso. Un ejemplo claro es el tema de la lectura de las etiquetas alimenticias, cuando estas estresado todo te da un poco más igual y no te tomas el tiempo para poder leerlas con detenimiento, por lo que tomas decisiones que no te convienen.
El estrés también impulsa el almacenamiento de grasa, especialmente en el abdomen.
2. FALTA DE SUEÑO
Cuando estamos cansado buscamos dos fuentes de energía; el azúcar y la cafeína. El azúcar nos proporciona energía de manera inmediata pero por esta razón nos quedamos en un estado en el que de un momento a otro pasas de tener energía a estar cansado, esto te desequilibra el estado de animo y el cuerpo.
3. ADICTO A LA TELEVISIÓN
Estás de vacaciones y por eso has dejado de ir al gimnasio, has decidido cambiar las pesas por el sofá? Pues bien obviamente esto no te beneficia en absoluto, sin un ejercicio regular, no podrás mantenerte con esos quilos que tanto te ha costado eliminar.
4. SALIR A COMER
Es época de salir a restaurantes y chiringuitos pero ten cuidado con lo que comes, normalmente en estos sitios no cuidan la cantidad de grasas y sal que le ponen a los platos, por lo que te veras perjudicado.
5. MULTITAREA
Es decir cuando comes y seguidamente te pones a ver la televisión o a leer un libro, tu estomago envía señales constantemente a tu cerebro de más y más comida, por lo que no sentirás la señal de saciedad.
6. TE DECIDES POR INGREDIENTES POCO SALUDABLES
Una ensalada para comer es perfecto pero ten cuidado con aquello que le agregas a las hojas verdes.
Si eres partidario de comerte una ensalada no le introduzcas ingredientes como el queso, pan frito y salsas. Si los quieres utilizar hazlo con moderación.
7. COME FRUTA
La fruta es una de las mejores opciones para el verano, pero está llena de altos niveles de calorías y azucares. Por ejemplo el plátano, la ciruela o el mango son frutas con un alto contenido en calorías, mejor opta por frutas más ligeras como las manzanas, el melón o las bayas para frenar el ansia de los carbohidratos.
8. ESTAR DESHIDRATADO
No beber suficiente agua puede ser razón por la que estas ganando peso.
Beber agua ayuda a eliminar toxinas y mantener el cuerpo hidratado. El bajo consumo de agua puede hacer que tu cuerpo retenga grasa.
9. COMER O BEBER “LIGHT”
Los alimentos que se consideran de dieta pueden impedir tu pérdida de peso. Estos alimentos no contienen una gran cantidad de valor nutricional por el contrario contiene conservantes y sodio, componentes que ralentizan la pérdida de grasa.
10. DESAYUNAR MAL
Estarás harto de escuchar que el desayuno es la comida más importante del día, pero realmente lo es, debes elegir alimentos que te proporcionen proteínas, grasas saludables y carbohidratos.
Los cereales son una buena opción, pero debes de tener en cuenta que muchas marcas le incorporan una gran cantidad de azúcar refinada.
Lo mejor es empezar por las mañanas ingiriendo una buena cantidad de proteínas, para ayudar controlar la ansiedad durante todo el día.