Si estás cansado de contar ovejas, de dar vueltas y vueltas en la cama o se te han acabado las ideas para dar esquinazo al insomnio. Estos consejo te ayudarán a dormir mejor, disfrutar de un buen descanso y levantarte con energía y con una sonrisa.
1. Haz espacio para el sueño
Evita cualquier distracción a la hora de acostarte. Es muy importante para dormir bien que en la habitación no haya ningún aparato electrónico, incluyendo el teléfono móvil, televisores y ordenadores portátiles, para crear un entorno más pacífico. De este modo facilitarás que el celebro pueda desconectar y relajarse, para centrarse en descansar y dormir.
2. Darse un baño
Darse un baño o ducharse antes de ir a dormir ayuda a relajar el cuerpo y la mente, que ayudará a facilitar la transición del estrés de todo el día con el descanso de la cama. Además aumenta la temperatura del cuerpo y el descenso de temperatura que hay después del baño, animará al cuerpo a pensar que es hora de ir a dormir. Si se añaden aceites esenciales en el baño, aumentarán los efectos de relajación y descanso. Por último darse un remojón antes de ir a dormir da la sensación al celebro de limpiarse de todas las preocupaciones y sensaciones acumuladas durante el día y facilita la desconexión de este, mejorando el sueño y el descanso.
3. Ir a correr
Hacer ejercicio durante el día puede ayudar a dormirse con más facilidad y rapidez. Pero no hay que hacer la sesión de entrenamiento demasiado intensa cerca de la hora de acostarse por qué, el ejercicio hace que el cuerpo produzca hendorfinas y activan el cuerpo y la mente, dificultando poder quedarse dormido. Por lo que lo recomendable es hacer ejercicio unas cuantas horas antes de acostarse.
4. Crear una política de no trabajo
El dormitorio tiene que ser un refugio del sueño, un lugar destinado a la relajación y el descanso (¡y al sexo!). Por lo que hay que intentar no hacer ninguna tarea relacionada con el trabajo, ya que puede afectar a la capacidad para desconectar de las preocupaciones diarias. En definitiva cuando entres en la habitación no hay correos electrónicos, facturas ni estrés.
5. Entrar en una rutina
A nuestro cuerpo le gusta la rutina. Irse a dormir y despertare más o menos a la hora cada día (incluyendo los fines de semana) ayudará a programar tu cuerpo para dormir mejor.
6. Aromas en la atmósfera
Espolvorear unas gotas de aceite de lavanda en la almohada ayuda a tener un sueño más profundo y tranquilo. Un estudio ha demostrado que la aromaterapia con lavanda puede ayudar a disminuir la actividad del sistema nervioso, mejorar la capacidad del sueño y promover la relajación. Además huele de maravilla y aporta una atmósfera de tranquilidad y paz para toda la habitación, ayudando a transformar el dormitorio en un refugio para dormir bien.
7. Adiós a la cafeína
Es importante evitar el café y otros estimulantes cómo los refrescos, las bebidas energéticas o el té, unas horas antes de ir a dormir. Ya que provocan que no se pueda alcanzar el sueño profundo, por lo que impiden un buen descanso físico y mental.
En cambio, un vaso de leche caliente o una infusión de manzanilla ayudan al cuerpo a llegar al sueño profundo.
8. Levántate
Si no puedes conciliar el sueño o te despiertas durante la noche, no tienes porque preocuparte ni frustrarte. Lo que tienes que hacer es levantarte y hacer algo tranquilo relajante, como leer durante 20 minutos. Por otro lado hay que evitar encender la televisión, ya que solo hará que el celebro se active y esté más alerta, dificultando más poder dormir. Después de este periodo de distracción, hay que volver a la cama.
9. Infusión de hierbas
Hay una gran variedad de infusiones de hierbas que se pueden usar para remediar el insomnio. No hay que abusar de las infusiones y tomarse una cada día, sino solo en algunas ocasiones, cuando sea más difícil dormir. Ya que sino el cuerpo se acostumbra a sus propiedades y cuando se necesite no hará ningún efecto.
10. Poca luz
Antes de irse a dormir, es recomendable reducir la iluminación para ayudar al cuerpo a que vaya bajando la intensidad del rendimiento y mejorar la transición a la cama. Después una vez en el dormitorio hay que asegurarse que está todo lo más oscuro posible. Tener las persianas bajadas y cortinas favorecen que no haya luz en la habitación, así como cerrar la puerta y no tener ningún aparato que emita luz.
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